Ofrecemos apoyo especializado para que niños y adolescentes afronten retos emocionales y desarrollen todo su potencial, con estrategias personalizadas para cada situación.
Nuestro equipo trabaja con ellos en problemas como la ansiedad, dificultades escolares o conflictos familiares, promoviendo un bienestar integral que les permita crecer en un entorno saludable y seguro.
Diagnóstico e Intervención en Trastornos del Neurodesarrollo
En el diagnóstico e intervención de trastornos en la infancia y adolescencia se abordan problemas como la ansiedad, la depresión y los trastornos relacionados con el trauma.
También se incluyen los trastornos alimentarios (anorexia, bulimia, atracones), adicciones (sustancias y tecnologías) y trastornos de conducta, como el disocial, negativista desafiante y explosivo intermitente. Además, se tratan problemas del sueño (insomnio, terrores nocturnos, pesadillas) y de la eliminación (enuresis, encopresis).
La intervención combina evaluación precisa y tratamientos ajustados, buscando promover el bienestar integral y el desarrollo saludable de cada niño o adolescente, adaptándose a sus necesidades específicas.
Terapia EMDR para niños y adolescentes
La terapia EMDR, respaldada por la OMS y guías internacionales, es eficaz para tratar el trauma en niños y adolescentes. Se enfoca en cómo las experiencias adversas afectan su bienestar y utiliza técnicas estructuradas, como movimientos oculares o estimulación bilateral, para procesar dichas vivencias.
El objetivo es alcanzar una «resolución adaptativa», que reduce los síntomas, transforma creencias negativas y mejora el funcionamiento diario.
Esta metodología permite a los menores superar el impacto del trauma, promoviendo un desarrollo emocional más saludable y facilitando una integración positiva de sus experiencias en su vida cotidiana, según el enfoque de Francine Shapiro.
La terapia familiar evalúa y trata el sistema familiar como un todo. Su objetivo es mejorar la comunicación y resolver conflictos presentes, al tiempo que fortalece recursos para afrontar futuras dificultades.
Entre sus metas principales están: potenciar el funcionamiento familiar en diferentes niveles, mejorar la comunicación entre sus miembros y desarrollar estrategias efectivas para gestionar problemas actuales y futuros.
Esta terapia promueve un entorno familiar más saludable y colaborativo, brindando herramientas que favorecen el bienestar de los menores y fortalecen los vínculos familiares de forma duradera y adaptativa.
Terapia de movimientos rítmicos y reflejos primitivos
Esta terapia se basa en ejercicios rítmicos y suaves que ayudan a integrar reflejos primitivos no desarrollados o retenidos, lo que influye positivamente en la atención, el aprendizaje y el control emocional.
Es especialmente beneficiosa en casos de dificultades de aprendizaje, problemas de conducta o trastornos del desarrollo. Nuestro enfoque promueve una base neurológica sólida, facilitando un desarrollo óptimo a nivel físico, emocional y cognitivo.
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