Terapia de Movimientos Rítmicos

Durante este año 2019 decidí continuar mi aprendizaje con la formación en REFLEJOS PRIMITIVOS Y LA TERAPIA DE MOVIMIENTO RÍTMICO (creada por el doctor Harald Blomberg) y añadir una pieza más al conocimiento de mi mayor pasión, los niños y adolescentes.

Los reflejos primitivos son un conjunto de movimientos automáticos que realizan los bebés durante los primeros meses de vida (algunos pueden permanecer activos hasta los tres años) ante la aparición de diversos estímulos sensoriales. Dichos movimientos son fundamentales para la supervivencia y son involuntarios.

Se originan en el tronco encefálico (parte más primitiva del cerebro) y comienzan a aparecer en el útero materno estando ya presentes en el momento del nacimiento. A medida que la corteza cerebral (región superior del cerebro) va madurando, los reflejos se irán inhibiendo, ya que las funciones podrán pasar a ser controladas de forma voluntaria.

Cada reflejo tiene una función concreta, pero si no se inhiben durante el desarrollo, el niño no podrá llevar a cabo movimientos voluntarios y funcionales interfiriendo, por tanto, en la correcta maduración del Sistema Nervioso Central y dificultando la adquisición de nuevas habilidades.

Así, tanto la no inhibición de reflejos primitivos, como el que no aparezcan aquellos que deben hacerlo, será signo de disfunción o inmadurez del Sistema Nervioso Central.

¿Cuáles son algunos de los síntomas que pueden hacer sospechar en los niños que algunos reflejos aún están integrados?

  • Problemas de equilibrio y coordinación, se tropieza, se lesiona con facilidad
  • Dificultad para permanecer sentados
  • Caminar de puntillas, caminar metiendo las rodillas hacía dentro.
  • Alteraciones visioperceptivas y visiocontructivas
  • Dificultad en tareas de motricidad fina
  • Dificultad en el control de esfínteres
  • Miedo excesivo, facilidad para asustarse e inseguridad

¿En qué consiste la terapia de movimientos rítmicos?

Se basa en los movimientos que llevan a cabo los bebés de forma irracional e involuntaria a lo largo de su desarrollo y que les ayudan a desarrollar las funciones superiores de su cerebro. A medida que esas funciones se van desarrollando, permite que los reflejos se vayan integrando.

Consiste en la realización de unos ejercicios rítmicos y suaves de manera activa y/o pasiva. Estos movimientos, producen una interconexión de diferentes partes cerebrales (tronco del encéfalo, cerebelo, ganglios basales y corteza cerebral) contribuyendo a una madurez cerebral y a la integración de reflejos primitivos.

¿Cómo se lleva a cabo la terapia?

  • En primer lugar, se valoran los reflejos del niño y vemos cuáles siguen activos, y/o cuáles no fueron desarrollados.
  • En segundo lugar, enseñamos a la familia y al niño (dependiendo de la edad) unos ejercicios que deberá llevar a cabo a ser posible cada día, durante 10 minutos como máximo. Empezando de menos a más, es preferible calidad que cantidad.
  • En tercer lugar, se hará un seguimiento del caso para ver la evolución hasta que finalmente los reflejos no desarrollados y/o no integrados lo estén.

Comparto un vídeo del Centro Kineos de Barcelona donde lo explican: